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Pedro Mariño de Lobera

. lunes, 27 de abril de 2009

Autor de la Crónica del Reino de Chile 1528 - 1594
Pedro Mariño de Lobera
Autor de la "Crónica del Reino de Chile". Aunque en sus pasajes, es fácil advertir la pluma de una persona conocedora del arte de escribir, lo que estaría indicando la intervención del sacerdote jesuita Bartolomé de Escobar, quién corrigió los escritos de Mariño que era un simple soldado. Es el texto sobre la conquista de chile donde aparecen con mayor frecuencia relatos de sucesos extraordinarios y sobrenaturales.
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Nació en Pontevedra, Galicia, España, en 1528 y murió en Lima, Perú, en 1594. Sus padres fueron Hernán Rodríguez de Lobera y Rivera, y Constanza Mariño Marinas de Sotomayor.
Contrajo matrimonio con Francisca de Miranda y de esta unión nacieron dos hijos: Ana y Alonso.
Después de servir en la guerra entre España y Francia, viajó en 1545 a América. Estuvo bajo el mando de Pedro de La Gasca cuando este último recibió la orden del Rey Carlos V de poner fin a la sublevación de los hermanos Pizarro en el Perú.
Mariño se unió a las fuerzas de La Gasca en La Habana y permaneció en el Perú hasta su viaje a Chile, en 1552. En este territorio participó activamente junto a Pedro de Valdivia en las campañas que el Conquistador realizó en el Sur, destacándose por su valentía y esforzada colaboración. También, estuvo presente en las campañas de los gobernadores García Hurtado de Mendoza y Rodrigo de Quiroga.
Posteriormente, en compensación por los servicios prestados, se le concedió una encomienda de indígenas en la ciudad de Valdivia, donde era vecino. Desempeñó el cargo de corregidor de la misma, prestando su ayuda para socorrer a las víctimas de la inundación de 1575.

CRONICAS DEL REINO DE CHILE

. domingo, 26 de abril de 2009

De cómo el adelantado don Diego de Almagro tuvo noticia del reino de Chile y se puso en camino para descubrirle

En las Indias Occidentales, con razón llamadas nuevo orbe, así por la grande longitud de su distrito como por estar tan remotas de las tres regiones conocidas de los antiguos, está un reino llamado Chile en la parte última desta nueva región llamada América, de que tratamos, el cual, aunque no está en mayor altura que de veinte y cinco a cuarenta y dos grados, que tiene este reino de longitud yendo de Norte a Sur, con todo eso es el más llegado al polo Antártico, llamado medio día, que hay en toda la América, porque la tierra que va más adelante acercándose al dicho polo austral, o es despoblada, o por descubrir; la cual se va prolongando por el largo estrecho de Magallanes, cuyos moradores apenas se sabe cuáles sean; y así hablando de la tierra conquistada por los españoles, es la deste reino de Chile la más próxima al Sur y la de mayor altura que hay en su región. Por la otra parte, que se va apartando del medio día, confina con el Perú, aunque tiene en medio tantos despoblados y provincias casi desamparadas e incultas, que hay más de quinientas lenguas deste reino de Chile a lo que propiamente se llama Perú, mayormente si se toma el lindero por la parte marítima, porque tomándole por la tierra más alta, que está de la otra parte de la cordillera, confina este reino con el de Tucumán, que está inmediato al Perú; y así, el descubrimiento de este reino de Chile fué inmediatamente hecho después que el Perú fué descubierto y por los mismos conquistadores, por el orden siguiente, remitiéndome en lo que toca al Perú...... historia.
Habían ......en la ......el marqués don Francisco ......y un caballero llamado don ......de Almagro, como los principales cabezas ......caudillos, de suerte que S. M. ......emperador Carlos V, rey de n ......ñas para satisfacer al ......como a sus ......mandó que el...... del ......conquistado estuviese ......de ......marqués fué gobernador ......del reino que estaba más lle ......don Diego de Almagro ......de la ciudad del ......y aunque es verdad ......de la conquista que ......en la tierra, no fué cosa de duda, porque todo el caudal eran pedazos de oro, y ......que estaban recogidos en las huacas; ......cuales son unas grandes cuevas llenas de huesos, retretes oscuros que servían, así...... oráculos de los demonios que hablaban a los indios hechiceros en aquel lugar; como de enterramientos suyos; y por ser costumbre de los indios principales llevar consigo todas sus riquezas al sepulcro cuando mueren, vino con el tiempo a crecer mucho la riqueza de las huacas, y así los españoles hallaron al principio todo lo que había junto y, como dicen, ahechado. Mas pasado este primer lance y fortuna, no se hallaba ......riqueza de las minas, que ahora hay, porque no estaba descubierto el famosísimo cerro de Potosí, que es el más rico de todos los minerales de plata que se sabe en el universo; y así estaba la tierra menos...... Tuvo a esta sazón don Diego de Almagro relación de este reino de Chile, del......cada año gran suma de ......el rey Inca del Perú llamado Guaynacapac, y pareciéndole que sería negocio acertado proseguir su marcha hasta......Chile ......, cuyo conocimiento...... los bárbaros deste ......también ......y quien se habían de superar ......Y así se resolvió en poner en ejecución su intento comenzando luego a convocar alguna gente española, de la cual era ilustre gran parte y juntamente se previno de todas las armas que pudo haber ofensivas y defensivas con los de más instrumentos bélicos, munición y vituallas concernientes a tal entrada, y habiendo juntado como quinientos españoles, en cuyo ...... y avío gastó gran suma de ......por ser tiempo ......razonable ......tres y ......mil pesos, se pu ...... haciendo reseña de la gente ......entre los cuales hizo elección de capitán, del ejército, poniendo los ojos en los ......para tal oficio por ser el blanco que ......cosas debe poner a los ojos en todas las ocasiones donde hay comunidad, el procurar...... haya cabezas con mucha prudencia y ......es ......para esto las personas de más lustre y valor. Y así, en el primer ......que el adelantado...... salió por su teniente Orgóñez,. hombre ......por maestre ......Núñez de ......que industrioso; y tal fué también el alférez general Diego Maldonado. Por capitanes: Noguerol de Ulloa, Gómez de Alvarado, Ruí Díaz de Torres, Juan de Herrada, Juan de Saavedra y Francisco de Chaves, con cuya elección, puesto en orden el ejército, comenzó a marchar el año del Señor de mil y quinientos y treinta y cinco, precediendo el capitán Juan de Saavedra con su compañía, para recoger en la provincia de Paria alguna gente que estaba convocada, donde llegó el resto del ejército a pocos días, y descansó algún tiempo para poder proseguir en adelante. Habiendo hecho alto para renovar el orden con la nueva compañía, vino en busca del adelantado un indio llamado Pablo Inga, hermano de Topa Inga, que a la sazón era rey del Perú por muerte de Huaynacapac. Este Pablo traía consigo sesenta mil indios de pelea para ofrecerse con ellos, como ......Adelantado para ayudarle en su conquista. Dióle las gracias el Adelantado ......grandes...... agradecimiento ......ajeno de recelo en verse rodeado de tantos indios, los cuales, aunque venían en su favor y parecía felice suerte, con todo esto...... cuando .......y así trató con Pablo con achaque de evitar trabajos excusados, que escogiendo algunos sus más amigos, despidiese la gruesa de su gente; lo cual se ejecutó volviéndose a sus casas más de cuarenta mil indios, y siguiendo Pablo con el resto el orden que el Adelantado le daba en todo. Estando así confederados los españoles con los indios, fueron prosiguiendo el viaje comenzado hasta llegar a una provincia llamada Jupisa, en la cual tuvieron de nuevo el motivo que diré para su intento. Llegó un indio principal llamado Huayllullo que bajaba de Chile con el presente acostumbrado que aquel reino ofrecía al rey universal del Perú, el cual tenía en Chile dos gobernadores de aquel reino puestos por su mano, el uno en el valle de Mapuche y el otro en el de Coquimbo, de los cuales era envnado por embajador el Huayllullo; y era tanta la veneración con que en aquel tiempo respetaban los indios a su rey, que por más reverencia traían el presente...... en unas andas ricamente artificiadas con guarniciones de oro de martillo llevadas en hombros de indios principales, a los cuales hacían solemne recibimiento en todas las provincias por donde pasaban en honor de su rey, que así lo mandaba. Era todo el presente de oro fino en barretas y tejas que se suelen hacer por fundición del oro que se saca de las minas envuelto en la misma tierra donde se engendra. Pero entre esto traía dos gramos de oro criados en la misma tierra, que venían sin pasar por fundición, los cuales eran de extraordinaria grandeza, porque el uno pesó catorce libras, y el otro once, con los cuales era toda la suma de oro que traían hasta doscientos mil pesos de oro, que valían trescientos mil ducados, y en lugar de marca traían las barretas y tejas la figura de su rey. Recibió él Adelantado con muy buen rostro al indio embajador y con mejores manos el oro que traía, del cual se posesionó comunicando su intento con el Huayllullo y dándole razón de su viaje y aviso de que ya estaba libre de semejantes tributos, pues el rey del Perú era otro, al cual sólo se debía obediencia, conviene a saber el emperador Carlos V; y así le persuadió a que se volviese con él cesando en su viaje, pues había cesado al fin adonde lo dirigía. Condescendió Huayllullo con el Adelantado volviéndose con él a Chile; y era de ver el contento, y ......con que acudían los soldados a coger cada uno aparte los más largos ratos que podía a el embajador para informarse dél pormenudo de la riqueza de la tierra, el cual les hablaba tan al paladar que con el grande peso del oro que prometía los aligeraba más, que con espuelas a los caballos, aunque por entonces fueron forzados a hacer alto en aquel lugar, y yo en aqueste con la historia, dejando el progreso para el capítulo siguiente.

PEDRO DE VALDIVIA Y LA CONQUISTA DE CHILE

. jueves, 23 de abril de 2009


Las Empresas de Conquista

La conquista de América no llevó a cabo con un criterio geográfico determinado. En el mayor de los casos las empresas de conquistas se orientaban hacia zonas que pudieran poseer fuentes de riqueza, principalmente oro y plata.
Esta característica fue propiciada por los elementos propios de las huestes indianas. A continuación los observaremos:
En primer lugar debemos señalar que los conquistadores provenían de distintas villas, ciudades y poblados de España y llegaban al nuevo continente con la firme intención de mejorar sus condiciones económicas: buscaban ascender socialmente a través de las riquezas, fama y honor que se conseguían en las empresas conquistadoras.
En segundo lugar debemos considerar la poca disponibilidad de fondos con que los conquistadores contaban para solventar las expediciones de conquista. Los fondos de la corona eran exiguos y no permitían destinar grandes sumas a las huestes indianas, por lo que la mayor parte de las empresas de conquistas fueron de carácter privado. La corona española sólo autorizaba, por medio de sus funcionarios, el inicio de nuevas empresas bajo el compromiso de que los conquistadores sólo recibían sus gratificaciones una vez finalizada la expedición. En algunas ocasiones, en forma muy esporádica, la corona facilitaba caballos y algunas armas, pero no otorgaba fondos para financiar a las empresas.
Las empresas de conquista se organizaban en los centros urbanos ya poblados, y se iniciaban una vez que los capitanes de conquista se aseguraban la existencia de riquezas importantes que retribuyeran la inversión desplegada. El contingente que componía las huestes estaba formado por aquellos que no habían alcanzado suficiente riqueza en las primeras campañas de conquista y por los españoles recién llegados al continente. El capital necesario para financiar las empresas de conquista lo aportaban los capitanes de conquista y a veces era complementada por los esfuerzos de otros soldados.
Una vez reunido el dinero suficiente para armar una expedición, y algunas veces con anterioridad, los capitanes solicitaban las autorizaciones respectivas de las autoridades españolas y podían recibir una capitulación o una autorización. Las capitulaciones implicaban que en forma personal o por medio de representantes, los capitanes de conquistas obtenían los permisos necesarios y convenían el tipo de gratificaciones a repartir, además de cargos políticos y administrativos en los territorios a ser conquistados; todas estas especificaciones se redactaban en un contrato en los que se precisaban los sueldos, títulos, grados que se obtendrían. Las autorizaciones, por otro lado, correspondían a permisos extendidos por los capitanes en territorio americano a otros exploradores de menor rango.
Los capitanes de conquista aspiraban a ganar cargos de importancia en los aparatos administrativos de los nuevos territorios, como por ejemplo el de gobernador y otros similares. En algunas ocasiones podían obtener, como recompensa por los servicios prestados a la Corona, títulos nobiliarios.

Descubrimiento de America

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Caras y caretas
Eduardo Galeano
Brecha


¿Cristóbal Colón descubrió América en 1492? ¿O antes que él la descubrieron los vikingos? ¿Y antes que los vikingos? Los que allí vivían, ¿no existían?Cuenta la historia oficial que Vasco Núñez de Balboa fue el primer hombre que vio, desde una cumbre de Panamá, los dos océanos. Los que allí vivían, ¿eran ciegos?
¿Quiénes pusieron sus primeros nombres al maíz y a la papa y al tomate y al chocolate y a las montañas y a los ríos de América? ¿Hernán Cortés, Francisco Pizarro? Los que allí vivían, ¿eran mudos?
Nos han dicho, y nos siguen diciendo, que los peregrinos del Mayflower fueron a poblar América. ¿América estaba vacía?
Como Colón no entendía lo que decían, creyó que no sabían hablar.
Como andaban desnudos, eran mansos y daban todo a cambio de nada, creyó que no eran gentes de razón.
Y como estaba seguro de haber entrado al Oriente por la puerta de atrás, creyó que eran indios de la India.
Después, durante su segundo viaje, el almirante dictó un acta estableciendo que Cuba era parte del Asia.
El documento del 14 de junio de 1494 dejó constancia de que los tripulantes de sus tres naves lo reconocían así; y a quien dijera lo contrario se le darían cien azotes, se le cobraría una pena de diez mil maravedíes y se le cortaría la lengua.
El notario, Hernán Pérez de Luna, dio fe.
Y al pie firmaron los marinos que sabían firmar.
Los conquistadores exigían que América fuera lo que no era. No veían lo que veían, sino lo que querían ver: la fuente de la juventud, la ciudad del oro, el reino de las esmeraldas, el país de la canela. Y retrataron a los americanos tal como antes habían imaginado a los paganos de Oriente.
Cristóbal Colón vio en las costas de Cuba sirenas con caras de hombre y plumas de gallo, y supo que no lejos de allí los hombres y las mujeres tenían rabos.
En la Guayana, según sir Walter Raleigh, había gente con los ojos en los hombros y la boca en el pecho.
En Venezuela, según fray Pedro Simón, había indios de orejas tan grandes que las arrastraban por los suelos.
En el río Amazonas, según Cristóbal de Acuña, los nativos tenían los pies al revés, con los talones adelante y los dedos atrás, y según Pedro Martín de Anglería las mujeres se mutilaban un seno para el mejor disparo de sus flechas.
Anglería, que escribió la primera historia de América pero nunca estuvo allí, afirmó también que en el Nuevo Mundo había gente con rabos, como había contado Colón, y sus rabos eran tan largos que sólo podían sentarse en asientos con agujeros.
El Código Negro prohibía la tortura de los esclavos en las colonias francesas. Pero no era por torturar, sino por educar, que los amos azotaban a sus negros y cuando huían les cortaban los tendones.
Eran conmovedoras las leyes de Indias, que protegían a los indios en las colonias españolas. Pero más conmovedoras eran la picota y la horca clavadas en el centro de cada Plaza Mayor.
Muy convincente resultaba la lectura del Requerimiento, que en vísperas del asalto a cada aldea explicaba a los indios que Dios había venido al mundo y que había dejado en su lugar a San Pedro y que San Pedro tenía por sucesor al Santo Padre y que el Santo Padre había hecho merced a la reina de Castilla de toda esta tierra y que por eso debían irse de aquí o pagar tributo en oro y que en caso de negativa o demora se les haría la guerra y ellos serían convertidos en esclavos y también sus mujeres y sus hijos. Pero este Requerimiento de obediencia se leía en el monte, en plena noche, en lengua castellana y sin intérprete, en presencia del notario y de ningún indio, porque los indios dormían, a algunas leguas de distancia, y no tenían la menor idea de lo que se les venía encima.
Hasta no hace mucho, el 12 de octubre era el Día de la Raza.
Pero, ¿acaso existe semejante cosa? ¿Qué es la raza, además de una mentira útil para exprimir y exterminar al prójimo?
En el año 1942, cuando Estados Unidos entró en la guerra mundial, la Cruz Roja de ese país decidió que la sangre negra no sería admitida en sus bancos de plasma. Así se evitaba que la mezcla de razas, prohibida en la cama, se hiciera por inyección.¿Alguien ha visto, alguna vez, sangre negra?
Después, el Día de la Raza pasó a ser el Día del Encuentro.
¿Son encuentros las invasiones coloniales? ¿Las de ayer, y las de hoy, encuentros? ¿No habría que llamarlas, más bien, violaciones?
Quizás el episodio más revelador de la historia de América ocurrió en el año 1563, en Chile. El fortín de Arauco estaba sitiado por los indios, sin agua ni comida, pero el capitán Lorenzo Bernal se negó a rendirse. Desde la empalizada, gritó:
—¡Nosotros seremos cada vez más!
—¿Con qué mujeres? –preguntó el jefe indio.
—Con las vuestras. Nosotros les haremos hijos que serán vuestros amos.
Los invasores llamaron caníbales a los antiguos americanos, pero más caníbal era el Cerro Rico de Potosí, cuyas bocas comían carne de indios para alimentar el desarrollo capitalista de Europa.
Y los llamaron idólatras, porque creían que la naturaleza es sagrada y que somos hermanos de todo lo que tiene piernas, patas, alas o raíces.
Y los llamaron salvajes. En eso, al menos, no se equivocaron. Tan brutos eran los indios que ignoraban que debían exigir visa, certificado de buena conducta y permiso de trabajo a Colón, Cabral, Cortés, Alvarado, Pizarro y los peregrinos del Mayflower.